
Cuidamos la tierra
Nuestro cultivo del olivar se basa estrictamente en las técnicas propias de la Agricultura de Conservación, con el objetivo de favorecer el máximo cuidado del suelo. De esta forma, contribuimos al incremento natural de material orgánica en el suelo y a garantizar en todo momento el respeto con la biodiversidad presente en el entorno, a través de la integración de las siguientes actuaciones tanto en cada campaña como en los periodos de transición entre ellas:
- Labranza cero para evitar la pérdida de suelo
- Cubiertas vegetales a partir de plantas autóctonas.
- Apuesta decidida por la incorporación de nuevos olivos mediante sistemas de plantaciones con una menor densidad, ya que es más sostenible tanto en relación a la utilización de dotaciones de agua, de suelo y recursos nutricionales, como para el desarrollo saludable del árbol.

tradición en el cultivo del olivar
En Campo de Zafra consideramos fundamental cuidar hasta el más mínimo detalle en la tradición del cultivo del olivar, aprovechando a su vez las enormes posibilidades que nos ofrecen los avances tecnológicos asociados a la Agricultura de Precisión:
- Empleo de sensores de agua, humedad y viento.
- Utilización de drones para conocer en tiempo real el estado fenológico del olivar.
- Realización de análisis periódicos de hoja y suelo, para evaluar el estado de la planta y su fruto, con el fin de poder realizar una nutrición adecuada a las necesidades de macro y micronutrientes del olivar en cada momento.
- Desarrollo de las actuaciones necesarias en el ámbito del control integrado de plagas, mediante la integración efectiva de sistemas de detección y monitorización de insectos, para el control de poblaciones.
- Polinización durante el periodo de floración realizada de forma natural con abejas.
aceite de calidad
En Campo de Zafra somos plenamente conscientes de que la calidad del aceite nace del olivar, del cuidado del suelo, del árbol y del fruto, por lo que cada paso que realizamos está dirigido a que la aceituna cuente con las mejores condiciones para la elaboración posterior de nuestro aceite.
Gracias a nuestra tradición y experiencia, y la premisa de ‘el árbol siempre primero’, tenemos presente que en la calidad del aceite todo influye: la poda, la aportación de agua, la nutrición del árbol, su sanidad vegetal, la elección del momento de recolección, durante el envero de la aceituna, y la determinación del sistema de recolección más adecuado para evitar su contacto con el suelo.
En este sentido, para poder elaborar un Aceite de Oliva Virgen extra de calidad, optamos por su recolección temprana y el traslado inmediato de la aceituna a la almazara, con el fin de mantener intactas en la etapa de extracción en frío de todas las características organolépticas que hacen de la aceituna un fruto único.


ahorro y uso eficiente del agua
Nuestra finca se encuentra en una localización con escasa pluviometría, por lo que consideramos primordial prestar la máxima atención a nuestra eficiencia en el uso de cada gota de agua que se destina a cultivo. Así, durante la estación de lluvias contamos con la posibilidad de almacenar agua en el embalse Almansa, ubicado en nuestra finca y con una capacidad de más de 54 millones de litros, reservando así los recursos hídricos que la plantación necesitará en los momentos de escasez y altas temperaturas, y garantizando al máximo la conservación de la calidad del agua de los acuíferos presentes en nuestro entorno.
Nuestro uso responsable de este recurso se basa en la integración en nuestra actividad agrícola de los siguientes elementos:
- Sistema de riego por goteo, complementado con sensores de humedad para optimizar al máximo el uso del agua.
- Incorporación de cubiertas vegetales para mejorar la capacidad natural del suelo para la retención y absorción de agua.
- Distribución de los olivos mediante marcos de plantación amplios, con menor demanda hídrica, acorde a las características climáticas la zona donde nos encontramos, especialmente en lo referente a volumen anual de precipitaciones.
- Además, contamos con una estación meteorológica propia para conocer en todo momento la pluviometría de la finca, así como los índices de humedad, temperatura y viento.